El sueño afecta en gran medida en el rendimiento deportivo (II)

Se ha comprobado que la pérdida de sueño parcial provoca cambios de humor, incrementa los síntomas depresivos, la tensión, confusión, fatiga, ira y que desciende el vigor, con incremento en la percepción del esfuerzo realizado. Esta percepción puede influir en la motivación del atleta (Halson, 2008).

Erlacher et al, en el año 2011 realizaron un estudio con 632 atletas, y sus hábitos de sueño. El 65% de dichos participantes, referían haber experimentado un sueño pobre y de mala calidad las noches previas a alguna competición en la que habían participado. Los atletas que realizaban actividades individuales reportaban más dificultades que los que participaban en equipos.

El sueño se utiliza ya como un factor predictivo del rendimiento físico. Los nadadores de la Universidad de Stanford participaron en un estudio, donde aumentaron sus horas de sueño hasta las diez diarias durante siete semanas. En sus resultados, los nadadores ganaron en velocidad y en ritmo de brazadas y patadas. El autor, Cheri Mah, del departamento del Desórdenes Clínicos del Sueño de la Universidad de Stanford, en EEUU, incide, conjuntamente con otros estudios, que los atletas, en diferentes deportes, pueden beneficiarse mucho de dormir un poco más y así obtener ventaja competitiva para rendir al más alto nivel.

Tras lo expuesto, nos encontramos con que el descanso puede jugar un papel decisivo en el descenso del rendimiento deportivo si no se realiza en las condiciones adecuadas de calidad y cantidad del mismo; y por otro lado, también es determinante y efectivo si se realiza de una forma adecuada y programada. En este punto, es necesario ir hacia las últimas evidencias que indiquen el camino que el deportista debe tomar en relación a su sueño, para lograr que además de que tenga un efecto reparador, sea capaz de implementar su rendimiento.

El profesor Keijo Hakkinen, del Centro del Deporte Olímpico de la Universidad de Jyvaskyla (Finlandia), una de las autoridades mundiales en el entrenamiento de potencia, enuncia dos axiomas relacionados con el descanso:

  • “Si vas a entrenar muy, muy duro… por supuesto debes descansar muy, muy duro”
  • “Si entrenas demasiado duro en tus días fáciles, pronto estarás entrenando demasiado fácil en los días difíciles”.

¿Qué puede hacer el deportista para mejorar su descanso?

He aquí algunas recomendaciones obtenidas desde la bibliografía:

  • Hacer del sueño y del descanso una parte fundamental del régimen regular de entrenamiento.
  • Ampliar las horas de sueño todas las noches durante varias semanas para reducir la deuda de sueño antes de la competición y los viajes, especialmente si hay desplazamientos a otras zonas horarias.
  • Mantener una baja deuda de sueño mediante la obtención de una cantidad suficiente de sueño nocturno (de siete a ocho en adultos, nueve o más para adolescentes y adultos jóvenes).
  • Mantener un horario regular de sueño y vigilia, acostándose y levantándose a la misma hora todos los días.
  • Tomar siestas breves para obtener un descanso adicional, especialmente si hay somnolencia.

Para John Underwood, fundador del Instituto Americano de Atletismo, el estilo de vida del deportista contribuye al mítico “Factor 1%”, que realmente existe. Es el fundamento de cualquier potencial futuro de los atletas. Pensar que el sueño y el descanso no es un factor crítico en la buena disposición para entrenar o competir es, para él, absurdo, y todo se reduce a la comprensión global del óptimo rendimiento.

Por estos motivos, Pikolin hace grandes esfuerzos y estudios, a través de la creación de tecnologías, para ayudar a los deportistas a tener un descanso de calidad que les ayude en su rendimiento diario.