Yo para ser feliz...

En busca de la felicidad

La felicidad no se busca, se encuentra

El ritmo acelerado de nuestro día a día no nos permite parar y mirar con perspectiva. Esto hace que, en muchas ocasiones, nuestros sueños fijen un punto más allá de nuestro horizonte, y que fantaseemos con momentos poco comunes o inalcanzables: viajar, tener un buen coche, una casa con piscina…

También encontramos quienes creen que la fuente de la felicidad son añadiduras de nuestra propia vida: la pareja, alcanzar un buen trabajo, tener un buen físico…  Cosas que quizás antes no teníamos y aun así éramos felices. Pero entonces, ¿qué da la felicidad?

Es mucho más sencillo de lo que parece, simplemente hay que parar de vez en cuando y mirar. La vida está llena de disfrutes: colores, sonidos, luces, personas que pasean, niños que ríen, pájaros que vuelan, perros que corren y hojas en los árboles. ¡La felicidad está en nuestra mente! Ser nosotros mismo, disfrutar de todo lo que compone nuestra vida y saber ver lo más grande de cada pequeño momento de nuestras vidas, es lo que finalmente a todos nos llena el corazón.

Vivir feliz es recordar experiencias

La Universidad de San Francisco publicó el pasado año un estudio por el que cuál demostraba que la clave de vivir alegre es generar recuerdos en bases a vivencias y experiencias personales. Así demostraban porqué viajar nos hacía más felices que la compra de un bien material. Y es que esto último nos ofrece una satisfacción instantánea, pero no perdurable en el tiempo.

Igualmente, la fuente de felicidad es tan diversa y diferente como lo somos cada uno de los habitantes de este mundo. Pasar el día en pijama, ver series en la cama, disfrutar del día en familia, un día de relax en casa…  Y a ti, ¿qué te hace feliz?

¡Cuéntanoslo y gana la almohada de tus sueños!