La luz de nuestros sueños

¿Cómo debemos iluminar nuestro dormitorio?

Cuando planteamos cómo decorar nuestro dormitorio pensamos en colores, ropa de cama, alfombras, cojines… Sin embargo, uno de los elementos decorativos más importante de esta habitación tan especial es luz. La iluminación es capaz de cambiar por completo el aire de una espacio.

Como es obvio, el primer requisito que debe satisfacer la luz es iluminar de la manera más eficaz, pero también un importante papel para hacer acogedora la habitación que va a ser el escenario de nuestro descanso.

La iluminación artificial del dormitorio debe ser cálida para generar un estado de relajación. Elegir luces cálidas, medir la intensidad adecuada y aprovechar las posibilidades de matización que ofrecen las pantallas o las luminarias regulables, nos presentará una estancia relajante.

Los plafones de techo ofrecen una adecuada luz general, que nos permite ver bien, sin dejar rincones en sombra. Si la habitación tiene suficiente altura, colocar focos en distintas direcciones ocultos bajo un falso techo es una buena opción, que crea gran luminosidad sin resultar agresiva. Los halógenos encastrados en el techo, tan comunes hasta hace poco, han sido superados por las luminarias con tecnología led, con idéntica función. Por su parte, los apliques murales ofrecen una luz indirecta que suele ser suficiente para un dormitorio, siempre que estén bien posicionados.

Una vez que hemos conseguido una visibilidad suficiente con la iluminación general, es recomendable contar en el dormitorio con otro tipo de iluminación más cálida, que no sea demasiado potente, o que se pueda modular. De este modo lograremos generar una sensación de confort que invite a la relajación.

Puntos de iluminación en el dormitorio

Además de iluminar, las lámparas cumplen con otra importante función ornamental creando una atmósfera acogedora. Aunque la estética debe ser tenida en cuenta en todos los elementos, la lámpara central es uno de los puntos decorativos más llamativos.

Si somos de los que no pueden dormir sin leer un poco en la cama, tendremos que reforzar la iluminación en la zona del cabecero. Las lamparitas en la mesilla de noche son muy decorativas pero, si no cuentan con una buena base, pueden ser inestables. Para evitar posibles caídas puedes optar por brazos articulados a cada lado de la cama. Además es importante elegir focos con ajuste de iluminación para regular la intensidad.

El dormitorio es una habitación que hace también la función de vestidor. Para ese cometido se exige una luz intensa y clara que no altere los colores, por lo que se recomienda una temperatura de color algo más fría que el resto de la habitación.

¿Cuánta luz necesito en mi dormitorio?

Nivel de iluminación:

El nivel de iluminación se mide en una unidad llamada lux, cuyo símbolo es lx. Para los dormitorios el nivel general de iluminación recomendado por los expertos entre 50 y 150 luxes. Para la zona de cabecero, si leemos habitualmente, será necesaria una luz puntual de hasta 500lx.

Temperatura de color: podría definirse como la sensación que percibe el ojo humano ante una luz, siendo cálida si predomina el color ámbar o fría si prima el azul. Se expresa en grados Kelvin (K) porque se obtiene del espectro de luz que sale de aplicar distintos niveles de calor a un hierro negro. Hasta los 3.300 K se trata de una luz de efecto cálido, de ahí a los 5.300 K hablaríamos de luz blanca y, por encima de esa cifra, sería luz de aspecto frío.

Desde Pikolin estamos seguros que un buen descanso empieza por un dormitorio acogedor con una atmósfera que invite a la relajación. ¡Disfruta de tu espacio!