¿Qué pasa mientras duermes?

Dormir y soñar han sido siempre una parte fundamental de la existencia humana. Escribió E. Goode que “cualquier estudiante de segundo grado sabe por qué los humanos necesitamos agua y comida, pero ni el más reputado de los científicos del planeta podría explicar por qué dormimos”.

Ciertamente, el sueño es un asunto complejo cuya función no se reduce únicamente a la necesidad de descanso de los organismos. Su estudio científico se realiza a múltiples niveles. Los miles de laboratorios de sueño repartidos por todo el mundo tienen como objetivo responder, básicamente, a tres preguntas: qué es el sueño, cuáles son sus mecanismos y cuáles son sus funciones. El rápido avance de la investigación ha sido posible gracias al desarrollo de la polisomnografía, una técnica que permite registrar los múltiples cambios fisiológicos que ocurren durante el sueño, lo que ha permitido un conocimiento más profundo del mismo.

Gracias a esta y otras técnicas recientes de análisis de señales, se ha podido establecer que el sueño tiene cinco etapas cíclicas que son: somnolencia, sueño ligero, sueño profundo, sueño profundo de ondas lentas y Movimientos Oculares Rápidos (sueño MOR o REM).

Casi el 50% del tiempo que se pasa dormido se corresponde con el sueño ligero, aproximadamente el 20% con la fase MOR (o REM) y el 30% restante se reparte en las demás etapas. Usualmente, al dormir, se pasa por todas las fases. Estas progresan cíclicamente desde la primera hasta la REM y luego se comienza nuevamente con la primera.

Dormir tiene muchos beneficios

Si se quiere conseguir el máximo rendimiento en el deporte, la calidad del sueño es tan importante como el entrenamiento que se sigue para mejorar la velocidad, la resistencia y la fuerza, o como la alimentación que se necesita para tener energía.

Durante las etapas no REM, se produce el sueño con ondas delta. Es un momento reconstituyente, vital para el ejercicio, pues se produce un aumento del riego sanguíneo en los músculos, disminuye la temperatura corporal, la actividad metabólica y aumenta la secreción de la hormona del crecimiento.

Con los años, todos los atletas de diferentes especialidades han encontrado en el sueño una solución para la mejora del rendimiento. Corredoras como Paula Radclidffe o Marta Domínguez, confiesan con orgullo que duermen más de 12 horas al día. Para un descanso reparador, prueba la nueva y revolucionaria tecnología EuroTOP de Pikolin. Visita un distribuidor y descubrirás la diferencia.

La infancia es una etapa vital para el crecimiento y, curiosamente, gran parte de este proceso tiene lugar durante las noches, cuando se produce la liberación de la hormona del crecimiento, necesaria para la creación de nuevos tejidos. Los niños son los que más hormona generan al estar en una etapa de crecimiento muy rápido, por eso es tan importante que duerman más horas que los adultos.
Los brotes de secreción de la hormona se producen por la noche, sobre todo, poco después del inicio del sueño profundo. Podríamos concluir diciendo que los niños de 5 a 12 años deben dormir entre 10 y 11 horas.