Lo que más nos preocupa en nuestro descanso

Los trastornos del sueño son un problema al que debes dar la importancia que merece. Dormir bien es imprescindible. Debemos pasar 1/3 de nuestra vida durmiendo. No dormir bien, por consiguiente, no descansar adecuadamente, afectará sin duda a los 2/3 restantes de nuestra vida. La mayoría de los trastornos del sueño tienen una explicación médica y soluciones a tu alcance.

¿Te levantas descansado después de tus horas correspondientes de sueño? Es posible que no. Hay muchas razones que te pueden impedir un descanso reparador como, por ejemplo, el ritmo de vida actual, que casi no nos deja frenar. Sea cual sea el problema, ya sabes que dormir (y dormir bien) es un proceso biológico imprescindible para vivir. Por este motivo, si alguna vez has pronunciado la frase “que mal duermo”, igual es el momento de preguntarte si hay algún problema de fondo. Tu médico podrá ayudarte a averiguarlo. Es lo que se llaman trastornos del sueño.

Pero, ¿el ritmo de vida actual es el único problema que puede trastornar nuestro sueño? Según el grupo químico farmacéutico Esteve, se puede denominar “trastornos del sueño (o desórdenes del sueño) en general, a cualquier problema relacionado con dormir o con el ciclo sueño- vigilia«. En la actualidad, hay reconocidos hasta un centenar de este tipo de problemas, aunque se pueden englobar en cuatro grandes grupos, tal y como puedes ver aquí:

  • Problemas para conciliar el sueño y/o permanecer dormido. En este segmento el problema más común es el insomnio.
  • Problemas para estar despierto: excesiva somnolencia diurna.
  • Problemas para tener una rutina del sueño. Algo muy habitual, por ejemplo, en las personas que trabajan por turnos o por las noches.
  • Alteraciones o movimientos durante el sueño que lo interrumpen. El síndrome de piernas inquietas es uno de los que se pueden encontrar en este gran grupo.

Los trastornos del sueño que más nos afectan

El insomnio es uno de los problemas más extendidos. Según datos de la American Academy of Sleep Medicine, hasta un 35% de los adultos se queja de padecerlo. Hay varios factores que influyen en este trastorno concreto, y uno de ellos ya lo hemos mencionado: el estrés. Tenemos evidentes problemas para desconectar del trabajo, y vivimos en una sociedad hiperconectada que nos provoca, por ejemplo, tener todo el día el móvil en la mano. Si a esto le juntamos una mala higiene del sueño (por no tener buenas rutinas), acabamos despejando la ecuación del insomnio.

La apnea del sueño es otro trastorno muy extendido. Es el problema que se esconde, en gran medida, detrás de los molestos ronquidos. Cuando dormimos, los músculos de la lengua y la mandíbula se relajan más de lo habitual y se desplazan hacía el fondo de la garganta obstruyendo el paso de aire. Las personas que sufren este problema se ven obligadas a respirar por la boca, provoca descensos en la saturación de oxígeno en sangre, despertares nocturnos, somnolencia diurna excesiva, y trastornos neuropsiquiátricos, respiratorios y cardíacos, como ya te explicamos hace tiempo en este post.

¿Has escuchado hablar alguna vez de los terrores nocturnos? Es un problema que se engloba dentro de la categoría de «movimientos anormales o parasomnias». Los terrores nocturnos son un problema más común de los niños de entre 3 y 7 años, y suele provocar estado de shock e incluso desorientación.

En un sentido más amplio, las parasomnias son un grupo de alteraciones «muy variadas», que suelen ser benignas y que, según la Unidad del Sueño de la Universidad de Navarra, son «más típicas de la infancia o adolescencia, pero que a veces pueden durar y persistir en la edad adulta».

Dentro de las parasomnias también encontramos el síndrome de piernas inquietas, que tiene mucho que ver con el hormigueo desagradable y continuo que sienten algunas personas cuando están ya acostadas. Es un trastorno que sufren uno de cada diez individuos y que se relaciona con la forma en la que el cerebro procesa el neurotransmisor de la dopamina aunque también se ha relacionado con un déficit nutricional relacionado con el contenido bajo en hierro. Para solucionar este problema no existe una solución universal, aunque se recomienda utilizar bolsas de hielo, compresas calientes o bien optar por darse un relajante baño antes de dormir.

El sonambulismo y la falta de sueño

Las personas que sufren este trastorno pueden acabar andado por los pasillos mientras están dormidos porque sus actividades motoras no se quedan inhibidas durante el sueño, sino todo lo contrario. Los sonámbulos se pueden desde levantar de la cama hasta hablar dormidos (generalmente para decir cosas sin mucho sentido). La medicina sigue sin tener muy claras las causas de este trastorno, aunque se sospecha que un gran componente del problema es hereditario.

¿Sabías qué…?

  • Las consecuencias del sonambulismo se sufren en las fases denominadas como sueño lento. Durante los sucesos, el sonámbulo no despierta con facilidad.
  • Suele tener mayor incidencia en niño y ancianos. Lo curioso es que suele presentar en personas que sin ningún tipo de desorden físico o mental.
  • Los adultos también lo pueden sufrir, sobre todo en épocas de mayor estrés o ansiedad.
  • Tanto niños como adultos no recuerdan lo que han hecho durante un episodio de sonambulismo.

A pesar de que su origen es ciertamente misterioso, la falta de sueño, el consumo excesivo de alcohol o drogas o los efectos secundarios de determinadas medicaciones pueden tener mucho que ver con este trastorno.

Si crees que sufres alguno de estos problemas, no dudes en consultar con tu médico. Nosotros, desde Pikolin, pondremos a tu disposición lo mejor que tenemos para ayudarte a combatirlos: nuestros equipos de descanso. Una buena elección favorece un sueño de calidad y ayuda a tener una buena higiene del sueño, clave para mitigar estos problemas.