Los trastornos del sueño II

El ritmo de vida actual nos ha llevado a reducir las horas de descanso y a normalizar el hecho de que ese descanso sea de peor calidad.

Hay trastornos del sueño de los que no somos conscientes de padecerlos y que confundimos entre los efectos colaterales de la vida actual. Lo que consiguen es que al levantarte por la mañana te encuentres más cansado de lo que te fuiste a la cama. Es importante detectarlos para poder encontrar una solución que nos permita recuperar un sueño de calidad.

Su reloj biológico está apagado

¿Son las tres de la madrugada y todavía no tienes sueño?. El síndrome de fase de sueño retrasada consiste en retrasar el ciclo de sueño vigilia en dos o más horas. Aproximadamente afecta al 10% de las personas que buscan ayuda para el insomnio.

Se trata de un fallo biológico por el que el cuerpo no segrega melatonina, la hormona del sueño, hasta las doce de la madrugada o más tarde, retrasando hasta la madrugada la hora en la que estos individuos se van a la cama.

Este síndrome es habitual entre los adolescentes y en algunos casos persiste en la edad adulta. En los casos en que las personas que tienen este síntoma vean reducido sus horas de descanso a menos de siete horas diarias, tendrán un mayor riesgo de tener la presión arterial alta y padecer diabetes. Es más, un reciente estudio muestra que las personas que se van a acostar más tarde y que duermen menos cantidad de horas tienden a experimentar más pensamientos negativos.

Para conseguir cambiar esta dinámica negativa, es aconsejable mejorar la higiene del sueño, para ello ayudará reducir el consumo de cafeína, evitar el uso de aparatos tecnológicos por lo menos noventa minutos antes de acostarse, no realizar una actividad deportiva intensa al menos 2 horas antes de acostarse y evitar cenas copiosas. Crear una rutina con actividades relajantes por la noche y procurar recibir luz solar en las primeras horas del día pueden ayudar a recuperar el ritmo de 24 horas en tu organismo. Según Dr. Safwan Badr, jefe de la división pulmonar, cuidados críticos y medicina del sueño en la Escuela de la Universidad de Wayne State de Medicina en Detroit, “en el 80% de los casos estas estrategias llevan a la gente a conciliar el sueño antes”.

Tus piernas no paran por las noches

Al hormigueo desagradable y continuo que sienten algunas personas en sus piernas cuando están acostadas en la cama se le conoce como síndrome de las piernas inquietas y es un trastorno del sueño que se da en uno de cada diez individuos.

Este Síndrome se relaciona con una disfunción en la forma en la que el cerebro procesa el neurotransmisor de la dopamina aunque también se ha relacionado con un déficit nutricional relacionado con el contenido bajo en hierro. El Dr. Meir Kryger, profesor en la Escuela de Medicina de Yale señala que “en las personas que tienen un bajo contenido de hierro, las partes de su cerebro sufren una hiperactividad que se traduce en una necesidad de mover las piernas”.

Para intentar calmar la molestia, se aconseja utilizar bolsas de hielo, compresas calientes o darse un baño aunque no existe una solución universal. El Dr. David N. Neubauer, profesor asociado de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins: «Diferentes cosas parecen funcionar para diferentes personas «.

Si este comportamiento se prolonga en el tiempo, es recomendable es acudir a un médico para buscar una solución definitiva. En algún caso, un suplemento nutricional que aporte una cantidad suficiente de hierro extra puede ser el único tratamiento necesario.

Salud y sueño están totalmente relacionados, tal y como constatan numerosos estudios médicos y científicos. Durante la noche no solo dormimos y descansamos, nuestro cuerpo aprovecha para poner en marcha una serie de procesos que sirven para, de una manera didáctica, hacer sus tareas de mantenimiento.