¿Cómo vestir la cama para cada etapa de la vida?

Todos hemos oído hablar alguna vez de las edades del hombre pero hoy os queremos hablar de las camas que acompañan al hombre en cada una de estas etapas.

Vestir la cama en la infancia

La infancia es una etapa de aprendizaje en la que la cama juega un papel fundamental. Los niños y niñas se acuestan con su osito favorito, aprenden a dejar de tener miedo a la oscuridad a levantarse solos a beber agua o ir al baño por la noche. Y todos estos aprendizajes llevan su tiempo. Por eso recomendamos que en una habitación infantil el colchón sea resistente y le acompañen los complementos de cama adecuados.

Es importante que usemos un protector de colchón impermeable fácil de poner y quitar por si hay accidentes nocturnos o diurnos. Y las fundas impermeables para la almohada son otra gran idea para mantener la cama limpia más fácilmente.

También es recomendable tener una muda completa de la cama “a mano” porque a estas edades lo normal es que los cambios se produzcan con cierta frecuencia.

Para combatir miedos infantiles los juegos de cama con ilustraciones que los pequeños hayan seleccionado ellos mismos o de personajes que les transmitan sensación de protección siempre ayudan.

Y por último, un buen nórdico de fibra, resistente, hipo alergénico, duradero y fácil de lavar resulta imprescindible para arropar a los más pequeños en las noches frías.

La cama en la etapa adolescente

La adolescencia es un periodo de autoafirmación lleno de grandes preguntas e incomprensión adulta. Los adolescentes quieren tener su espacio, su intimidad, su libertad y que los adultos interfieran lo mínimo posible. Desgraciadamente esto, a veces, se traduce en un desinterés por el orden y la higiene que puede alterar mucho el aspecto del dormitorio.

Los adolescentes quieren camas más grandes y vestirlas a su manera para que expresen su identidad junto con la de toda la habitación.

Los nórdicos de colores o con rayas suelen tener buena aceptación mientras los elijan ellos. Cuentan además con la ventaja de disimular el desorden con sus colores y estampados.

La combinación de doble protección del colchón mediante una funda completa y un protector fácil de quitar y poner encima es la más eficaz a estas edades porque permite usar el protector también como bajera simplificando hacer la cama.

La madurez y el paso a dormir en pareja

Cuando alcanzamos la madurez y comenzamos a dormir en pareja nuestro nivel de exigencia en cuanto a confort y nuestras manías en cuanto a la forma de dormir han evolucionado mucho.

Se recomienda buscar un colchón con zonas de descanso separadas que permitan descansar a cada uno a su manera sin molestar al vecino.

El nórdico debe ser lo suficientemente amplio para que los movimientos de cada uno no lo desplacen completamente dejando al otro desabrigado.

Se recomienda también el uso de almohadas individuales adaptadas a los gustos y necesidades de cada miembro de la pareja y tal vez algún que otro cojín para decorar.

Elegir los complementos y el tipo de protección dependerá enormemente de las necesidades y estilo de vida de la pareja por lo que deben de valorarse las distintas opciones con calma y llegar a compromisos que satisfagan a ambos.

En definitiva, cada etapa tiene unas necesidades y unas preferencias a la hora de dormir y decorar su habitación que marcarán sus elecciones. Esperamos que nuestros consejos ayuden a descansar a toda la familia durante todas sus etapas.