¿Qué nos da la verdadera felicidad?
La ciencia coincide en la importancia que tienen nuestras vivencias para hacernos felices, muy por encima de los bienes materiales. Una investigación de la Universidad de San Francisco revelaba que la satisfacción que siente una persona al comprar un móvil, un bolso o unos zapatos es momentánea. Se trata de un placer que desaparece de forma rápida, a la vez que se reduce también el aprecio por los objetos.
«Compramos cosas para ser felices, pero las cosas nuevas nos resultan emocionantes solo al principio, luego nos acostumbramos a ellas sin más», explica Thomas Gilovich, líder de la investigación. Lo que el estudio reveló es que lo que más valoran las personas son las experiencias y las sensaciones vividas. «Una vivencia permanece en nuestro recuerdo sin devaluarse. Al contrario, resulta cada vez más apreciada», añade Gilovich.
Además, en su estudio ‘Los determinantes de la felicidad en España’, los economistas Iglesias, Pena y Sánchez (Universidad de La Coruña) concluían que, una vez se está a salvo de situaciones de pobreza, aquello que proporciona mayores niveles de felicidad al individuo es tener objetivos vitales no directamente relacionados con logros materiales; y que las redes de relaciones sociales, los valores personales y el desarrollo humano son los factores con mayor peso en la ecuación para calcular el grado de felicidad alcanzado por la persona.
El placer de una buena siesta, una noche durmiendo a pierna suelta, un rato más entre las sábanas el domingo por la mañana o una guerra de almohadas con nuestros hijos son los mejores ejemplos de la felicidad redonda.
Ser feliz, cuestión de práctica
«Ser feliz es una práctica y no obra de la casualidad», afirma el prestigioso psicólogo Augusto Cury. Estos factores facilitan el bienestar psicológico:
- Controlar las emociones: Las emociones son naturales y tienen su utilidad. Siguiendo a Goleman, el primer paso es conocer nuestras emociones, el segundo, asumirlas y, luego, gestionarlas, dominando las negativas y sustituyéndolas por positivas.
- Prestarse atención: Si queremos ser más felices y hacer más felices a los demás sin esfuerzo, el primer paso es estar bien con nosotros mismos: cuidarnos, dedicarnos tiempo y valorarnos.
- Expectativas: «La felicidad está en la sala de espera de la felicidad» dice Eduardo Punset. Hay que fijarse objetivos que nos apasionen y sean factibles.
- Lazos personales: Los humanos somos seres sociales. La relación con nuestro entorno es una necesidad psicológica básica, de manera que estar con la familia, amigos, etc. y sentirnos queridos y valorados nos hará felices.
- Vivir el presente: Somos más felices si nos centramos en disfrutar de cada cosa que hagamos.
- Ley 90/10: Esta teoría de Stephen Covey afirma que el 10% de nuestra vida es lo que nos pasa y el 90% es cómo nos tomamos lo que nos pasa. Por tanto, un 90% depende totalmente de nosotros, y el cómo reaccionemos cuando ese 10% externo es negativo es la clave de nuestra felicidad.
Este mes en Pikolin queremos saber qué es eso que os hace más felices. Y solo por ello puedes llevarte uno de los 200 vinilos que regalamos con una de las cosas que más felices os hacen: ver a vuestra persona más querida cada día al despertar.
Este mes más que nunca os deseamos ¡felices sueños!
