¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando duermes bien?

Cuando queremos vivir de forma más saludable, es común que lo primero que se nos pase por la cabeza sea cambiar a una dieta más equilibrada o comenzar a hacer ejercicio. Sin embargo, solemos olvidar mejorar nuestros hábitos de sueño. Y, por mucho que nos esforcemos en cuidar nuestra alimentación y nuestra forma física, no conseguiremos estar sanos si nuestro sueño es un desastre. No estará bien ni nuestra salud física ni nuestra salud mental.

Efectos del sueño en el organismo

Mientras dormimos, nuestro organismo aprovecha para repararse, para asimilar lo que ha sucedido durante el día y para prepararse para rendir al máximo al siguiente. Cuando no descansamos lo suficiente, esos procesos de reparación no se realizan correctamente, afectando nuestra rapidez mental, concentración, energía y humor. Te lo explicamos más detalladamente a continuación.

Algunos datos curiosos sobre el sueño y lo que sucede mientras dormimos

Cama con protector de colchón acolchado de tencel impermeable
Protector de colchón acolchado de Tencel impermeable
  • El cerebro procesa la información recibida durante el día. Mientras dormimos, el cerebro no para su actividad, ni mucho menos. Durante este tiempo se encarga de procesar y guardar la información a la que ha estado expuesto en ese día. Así forma, por ejemplo, los recuerdos a largo plazo.
  • El sistema nervioso simpático se relaja. Este sistema es el encargado de reaccionar cuando te sientes en peligro. Y debe también descansar para que tu cerebro no esté continuamente en alerta, pudiendo desarrollar trastornos como la ansiedad o la depresión. También incrementaría innecesariamente la tensión arterial.
  • El ritmo cardíaco y la presión arterial bajan, así como el ritmo de nuestra respiración y la temperatura corporal. Durante gran parte de la noche, el sistema vascular recibe ese necesario descanso que necesita y que previene múltiples enfermedades.
  • Bajan los niveles de cortisol. El cortisol, también conocido como la hormona del estrés, baja durante las primeras horas de sueño, subiendo de nuevo para que te despiertes. De forma parecida al punto anterior, el estrés cumple una función de proteger al organismo frente a peligros, pero cuando se segrega todo el tiempo, es muy perjudicial.
  • El organismo segrega una gran cantidad de hormonas. Varias hormonas se segregan durante el sueño, todas con diferentes objetivos. Por ejemplo, la melatonina, segregada por la glándula pineal, que controla el ciclo del sueño: sus niveles aumentan por la noche, favoreciendo la somnolencia, y con la luz del sol disminuyen, favoreciendo el despertar y el estado de alerta. También cuando estamos durmiendo la glándula pituitaria segrega la hormona del crecimiento, la cual favorece no solo que tu cuerpo crezca, sino que se repare. Y, ¿alguna vez te has preguntado por qué tu organismo aguanta tanto tiempo durmiendo sin orinar? Es porque durante el sueño también se segrega la hormona antidiurética (ADH), que te ayuda a aguantar toda la noche sin ir al baño, mientras que durante el día, acudes cada 2 o 3 horas.
  • Los músculos se paralizan. Mientras estamos en la fase REM del sueño, esa en la que tenemos los sueños más vívidos, los músculos se paralizan. Aunque se desconoce a ciencia cierta la causa de este fenómeno, muchos científicos piensan que su función puede ser evitar que gesticules o actúes físicamente como si estuvieras viviendo el sueño en la vida real.
  • El sistema inmunitario segrega citoquinas que combaten la inflamación. Cuando duermes, tu sistema inmune segrega citoquinas, pequeñas proteínas que, si estás enfermo o lesionado, ayudan a tu cuerpo a luchar contra la inflamación, las infecciones y los traumatismos.

¿Qué pasa si no duermes lo suficiente?

Juego de funda nórdica de algodón  y funda de almohada, color topo con estampado de hojas en blanco
Juego de funda nórdica de algodón con estampado de hojas color topo

Si no duermes lo suficiente, esas funciones no podrán realizarse correctamente, y tu organismo sentirá las consecuencias. Te sentirás más cansado durante el día, tu mente no estará fresca y tu humor empeorará. De hecho, cuando existe una falta de sueño extendida en el tiempo, es frecuente que se pase más tiempo en fase REM, lo que puede causar demasiada actividad cerebral, causando durante el día irritabilidad y elevando las posibilidades de sufrir ansiedad o depresión.

En caso de sufrir insomnio u otros desórdenes que afecten al sueño, como el síndrome de las piernas inquietas o apnea del sueño, siempre se debería consultar con un profesional de la salud para intentar corregirlo a tiempo.

¿Qué pasa si duermes demasiado?

Dormir demasiado también es perjudicial para nuestro organismo. Excedernos podría hacer que, en vez de en un sueño profundo, caigamos en un sueño ligero, relacionándose con algunas enfermedades.

  • Dormir demasiado afecta al estado de ánimo, haciendo que sea más bajo.
  • Incrementa el riesgo de padecer diabetes, porque durante un sueño demasiado largo suben los niveles de azúcar en sangre.
  • Podría estar relacionado con varias enfermedades cardiovasculares.
  • Reduce la capacidad de concentración y la adecuada actividad del cerebro durante el día.
  • El metabolismo se altera, al realizar menos actividad física y comer fuera de los horarios habituales.

Por eso, un sueño diario de 8 horas es el más recomendado, saludable y reparador.

Qué necesitas para un buen descanso de verdad

Cama con edredón de fibra bicolor de 300 gramos en dos tonos de morado
Edredón de fibra bicolor de 300 gr/m² color morado
  • Una buena almohada. Sin ella, tu cuello, espalda y nuca no podrán relajarse como deberían, aumentando las posibilidades de sufrir tensiones musculares y de no poder liberar adecuadamente el estrés acumulado durante el día.
  • Un buen nórdico de fibra o de plumón. Una pieza indispensable si lo tuyo es la comodidad. Una única pieza que mantiene la temperatura de tu cama durante la noche, manteniéndote siempre calentito y a gusto.
  • Un buen protector o funda de cama. No se puede dormir tranquilo cuando sientes que en cualquier momento puedes manchar tu colchón, siendo este muy difícil de lavar. En este sentido, los protectores de colchón son tus mejores amigos.
  • Unas buenas sábanas. Protegen tu colchón, y te mantienen limpio y cubierto durante toda la noche.