El sueño es fundamental para nuestra salud y bienestar, y uno de los factores clave que influye en su calidad es la temperatura del ambiente en el que dormimos. Encontrar la temperatura ideal puede marcar la diferencia entre un descanso reparador y una noche llena de interrupciones.
Los colchones más recomendados según época del año.
Dependiendo de las preferencias y sensaciones de cada persona es conveniente utilizar un colchón u otro.
Colchones para dormir en verano y primavera
Si eres una persona calurosa te recomendamos que optes por un colchón que sea lo más transpirable posible.
El colchón SLEEP es perfecto para ti si buscas un descanso fresco en verano. Gracias a su capa de acolchado Progression Fiber Plus te ofrecerá un contacto muy agradable al dormir. Su función termorreguladora favorece la ventilación durante toda la noche.
Colchones para dormir en otoño e invierno
Si por el contrario eres una persona friolera, que en invierno te gusta dormir bien calentito, tenemos el colchón ideal para ti.
El colchón de hotel ED LIMITADA es perfecto si estás buscando un colchón que se adapte totalmente. Podrás dormir en tu casa como en un hotel.
Su capa de HR Supersoft y Viscofoam acoge a cada persona en función de su huella térmica, por lo que la temperatura será estable.
¿Cuál es la temperatura ideal para dormir?
La mayoría de los expertos coinciden en que la temperatura ideal para dormir oscila entre los 18°C y los 22°C. En esta franja, el cuerpo puede regular mejor su temperatura interna, lo que favorece el sueño profundo y continuo. Si la habitación está demasiado caliente o fría, es más probable que experimentes despertares nocturnos, lo que interfiere en las fases más reparadoras del sueño.
¿Cómo afecta la temperatura del ambiente a la calidad del sueño?
La temperatura del entorno influye directamente en los ciclos del sueño.
- Un ambiente demasiado caluroso impide que el cuerpo baje su temperatura interna, lo que retrasa la conciliación del sueño y puede interrumpir las fases REM.
- Un entorno frío puede generar tensión muscular y hacernos despertar antes de tiempo, afectando la calidad general del descanso.
¿Qué puedo hacer si no puedo controlar la temperatura de mi habitación?
Si no puedes controlar la temperatura de tu habitación, tanto en épocas de calor como de frío, existen varias soluciones que te pueden ayudar a mantener una temperatura óptima para dormir.
Primavera-Verano (más calor)
Cuando las temperaturas suben, sobre todo en los meses de primavera y verano, es común que la temperatura ambiente de tu dormitorio supere los 25-26°C, lo que puede afectar negativamente la calidad del sueño. En estas condiciones, es esencial mantener la frescura para favorecer el enfriamiento natural del cuerpo durante la noche.
Usar ropa de cama ligera y transpirable:
En climas cálidos, lo ideal es optar por textiles de materiales transpirables como el algodón o el Tencel, que permiten la circulación del aire.
Este tejido de Tencel se utiliza en protectores de colchón que ofrecen hípertranspirabilidad e impermeabilidad, garantizando una excelente circulación de aire y rápida evaporación de humedad, lo que evita la acumulación de calor y proporciona frescura, además de proteger el colchón de derrames, líquidos y sudoración.
Su tejido de alta calidad no solo garantiza suavidad y elegancia, sino que también es extremadamente transpirable, permitiendo que el aire circule y manteniendo una sensación fresca durante toda la noche. Perfecto para quienes son más calurosos, este juego de cama te ayudará a disfrutar de un descanso reparador y confortable, incluso en las noches de altas temperaturas.
Ventilar la habitación o usar ventiladores:
Mantén las ventanas abiertas en las horas más frescas del día (noche o madrugada), o utiliza ventiladores portátiles. Esto permite la circulación de aire fresco y reduce la sensación de sofoco en la habitación.
Otoño-Invierno (más frío)
Durante los meses más fríos, las temperaturas nocturnas suelen caer por debajo de los 15°C, lo que puede generar incomodidad y dificultad para mantener el calor corporal durante el sueño. La clave es utilizar productos que ayuden a retener el calor y proporcionen un entorno acogedor.
Utilizar mantas y ropa de cama más cálidas:
En esta época del año, es necesario contar con edredones de materiales aislantes y térmicos que retengan el calor corporal sin resultar pesados. Los rellenos de plumón o fibras sintéticas de calidad son excelentes opciones.

Su principal beneficio radica en su capacidad para atrapar el aire en su interior, lo que crea una capa de aislamiento que retiene el calor corporal y mantiene la temperatura agradable durante la noche. Su estructura permite una excelente transpirabilidad, lo que evita la acumulación de humedad y ayuda a regular la temperatura, manteniéndote cómodo sin sobrecalentarte.
¿Dormir en un ambiente fresco mejora la calidad del sueño?
Dormir en un ambiente fresco mejora significativamente la calidad del sueño, ya que favorece la relajación del cuerpo y facilita la transición hacia el sueño profundo. Un entorno fresco permite que el cuerpo mantenga su temperatura ideal durante toda la noche, reduciendo los despertares nocturnos y mejorando la calidad general del descanso.
Preguntas frecuentes sobre la temperatura ideal para dormir.
¿Cómo influye la temperatura del dormitorio en el sueño profundo?
Una temperatura inadecuada dificulta el sueño profundo, ya que el cuerpo necesita enfriarse para entrar en esta fase.
¿Qué temperatura se considera ideal para niños y adultos mayores?
Entre 20°C y 22°C para niños, y alrededor de 20°C para adultos mayores.
¿La temperatura corporal afecta la calidad del sueño?
Sí, el cuerpo debe reducir su temperatura para dormir bien. Si el entorno no lo permite, la calidad del sueño se ve afectada.
¿Qué dispositivos pueden ayudar a regular la temperatura del dormitorio?
Termostatos, ventiladores, aires acondicionados y colchones con tecnologías avanzadas que aporten transpirabilidad en el descanso.
¿Las variaciones estacionales afectan la temperatura ideal para dormir?
Sí, en invierno y verano es necesario ajustar la temperatura del dormitorio para mantener el confort adecuado.











