Si el dormitorio es el cuarto de la casa más orientado al descanso, el salón o sala de estar debería ser el segundo. Sí, el salón, porque en él pasamos buena parte de nuestros días, porque en él socializamos y recibimos visitas, pero también porque en él vemos la televisión, nos relajamos y nos echamos una que otra siesta.
En definitiva, se trata de una estancia clave en nuestro hogar, cuya decoración debemos elegir con mimo. Así, conseguiremos un espacio que no solo proporcionará armonía a nuestra casa, sino también a nuestra vida.
¿Cómo empezar a decorar un salón?
¿Te acabas de mudar? Quizás simplemente quieres cambiar el estilo de tu sala de estar… Sea como sea, no te agobies. Por muy abrumador que parezca al principio, un salón vacío es la oportunidad perfecta para disfrutar decorando, la oportunidad perfecta para dar rienda suelta a tu imaginación.
Comienza por observar durante un buen rato tu salón vacío, anotando en un papel toda la información que puedas: ¿qué medidas tiene tu salón?, ¿es luminoso o necesita una pequeña ayuda en ese terreno?, ¿qué espacio te gustaría ocupar y qué espacio dejarías libre?, ¿te gusta el suelo actual o te gustaría cambiarlo?… Una vez hayas meditado las respuestas a todas las preguntas básicas que surjan, será mucho más fácil sentirse tranquilo para enfrentar los siguientes pasos.
Una buena estrategia es definir también al inicio qué color te gustaría ver en las paredes de tu salón. Sabiéndolo, tendrás más claro qué tipos de accesorios podrán combinar con la estancia y perderás menos tiempo en su búsqueda.
¿Qué tener en cuenta a la hora de decorar un salón?
La pregunta más importante que debes hacerte para no equivocarte decorando el salón de tus sueños es para qué lo quieres. Por ejemplo, ¿quieres que sea un espacio relajante, un refugio donde recargar pilas, o prefieres que sea un lugar destinado en exclusiva al ocio? Si quieres que sea un espacio dinámico y orientado al entretenimiento, no tengas miedo en apostar por formas atrevidas y combinaciones de colores de todo tipo… ¡Incluso puedes experimentar con colores inusuales en techo y suelo!
Pero si, como la mayoría de nosotros, ves tu salón como un lugar de descanso, te recomendamos que hagas todo lo contrario. Elige colores neutros y claros, prefiere los tonos propios de la naturaleza (marrones, beiges, grises, verdes y azules) y recuerda que, en el descanso, menos es más. Los espacios sobrecargados estimularán a tu cerebro y dificultarán su relajación.
Consigue unas cuantas revistas de decoración, inspírate con ellas y… ¡A decorar!
Claves para decorar el salón
Te resumimos a continuación todos los consejos que debes tener en cuenta:
- Consigue que tu salón sea un espacio luminoso y obtendrás gran parte de esa paz que estás buscando. Si tienes la suerte de tener en él grandes ventanales, ¡estás de enhorabuena! Pero si no, asegúrate de mantener las ventanas despejadas para una mayor sensación de amplitud y para aprovechar cualquier rayo de luz procedente del exterior.
- Igualmente, para conseguir ese espacio luminoso, opta por colores claros en las paredes (blancos, beiges, o tonos naturales). Huye, por el contrario, de los tonos oscuros. Los suelos de madera son una excelente opción pero, si son de madera muy oscura, puedes agregar una alfombra clarita que dé un toque de luz.
- Si hablamos de mobiliario, elige piezas funcionales que te permitan guardar todo lo que necesites. Eso sí, ¡no compres demasiados muebles! Los espacios despejados nos transmitirán siempre más tranquilidad y generarán una sensación de mayor amplitud. Además, las baldas flotantes o estanterías abiertas siempre serán tus mejores amigas.
- Los materiales naturales, como la madera, tienden a crear un espacio más acogedor que los materiales metálicos, por ejemplo.
- Y recuerda que las formas redondeadas son las que más ayudan a tu vista a relajarse.
- Igualmente, la luz cálida es más recomendada que la luz fría para los salones.
- Y, por supuesto, si el descanso es importante en tu vida, opta por cojines de calidad, que cuiden de tu cabeza, cuello y espalda mientras disfrutas del sofá.
- Tampoco renuncies a una buena almohada ergonómica para piernas, que te calmará de forma increíble tras un largo día. Son pequeñas y combinan a la perfección con cualquier sofá.
