Cómo evitar la alergia a los ácaros del polvo

Puede que a veces te hayas despertado de la cama con estornudos, congestión nasal y tos. ¿No te has preguntado por qué sucede? Más allá de un resfriado, si los síntomas se alargan más de una semana es porque puede que seas alérgico a los ácaros del polvo.

Los ácaros son insectos diminutos que viven en el polvo y están presentes en la mayoría de los hogares. Se alimentan de las células de piel que pierden las personas y sus desechos son los que producen la alergia. Además, esta afección puede presentarse en cualquier época del año y es cada vez más frecuente. Tiene síntomas como rinitis (inflamación matutina de las fosas nasales con obstrucción y picor nasal acompañado de estornudos), conjuntivitis alérgica y asma, aunque también puede desencadenar problemas como dermatitis atópica.
Estos ácaros pueden encontrarse en objetos de tela, como colchones, almohadas, cortinas, muebles tapizados, alfombras, etc., pero donde más presencia tienen es en el dormitorio debido a la ropa de cama, específicamente propensa a ácaros y otras bacterias. Esto afecta a nuestro bienestar y a nuestro descanso.

Para prevenir esta alergia puedes tomar diferentes medidas que te ayudarán a encontrarte mejor:
Pasar la aspiradora con frecuencia, tanto por muebles como por alfombras.
Usar un trapo húmedo para limpiar el polvo. Esto evita que se disperse en el aire y se vuelva a asentar.
– Utilizar ropa de cama especial para evitar los ácaros y alérgenos, como nuestro protector de colchón con tratamiento Triple Barrera. No produce alergias y crea una barrera antiácaros, antibacterias y antimoho. Está diseñada especialmente para que las personas que sufren alergias, asma y otros problemas respiratorios puedan descansar correctamente.
– También es recomendable lavar la ropa de cama con agua caliente (al menos a 60 grados) una vez por semana, así como cortinas y las alfombras de las que dispongamos.
– Si tenemos juguetes de peluches, debemos asegurarnos de que pueden lavarse y hacerlo frecuentemente.
– También es útil que en el dormitorio no haya excesivos adornos para que no se asienten los ácaros del polvo.
– En el ambiente no debe haber mucha humedad. Para ello, se debería lograr que se establezca por debajo del 50 por ciento. Un deshumidificador puede ayudarte a ello.