El color del descanso

Al elegir el color y la decoración de nuestro dormitorio, en ocasiones prestamos atención exclusivamente a las modas o a nuestros gustos personales, sin tener en cuenta que las combinaciones que establezcamos en la habitación pueden afectar en gran medida nuestro descanso durante la noche, sin importar que las luces estén apagadas mientras dormimos. Los muebles, las paredes, las cortinas… todo cuenta a la hora de conseguir un sueño reparador.

Azul

Los tonos azules son los que aportan un mejor descanso, según expertos del Edinburgh Sleep Centre. En especial el aguamarina y el azul cielo aportan una gran sensación de calma, por la asociación que tienen con el cielo y el mar. Esto ayuda a reducir la presión sanguínea y las pulsaciones y hacer que durmamos más apaciblemente.

Amarillo

Ver suaves tonalidades de amarillo en nuestra habitación, en formas tales como crema o yema, estimula nuestro sistema de nervioso de modo que nos sentimos relajados y tendemos a caer en un profundo sueño, como si estuviésemos bajo los rayos del sol. Hay que tener cuidado, sin embargo, con tonos más intensos de amarillo, ya que la estimulación será excesiva y, aunque muy contento, nuestro cerebro estará demasiado activo para ir a dormir.

Verde

El verde es un color estupendo para decorar nuestro dormitorio, ya que nos ayudará a relajarnos (¡por eso los quirófanos son de ese color!), y además nos permitirá una gran versatilidad a la hora de elegir el resto de elementos de la habitación: una decoración rústica, un ambiente ecléctico, un toque shabby chic…

Morado

Más suave o más intenso, el morado en el dormitorio no será de gran ayuda a la hora de irnos a dormir. Este color es mentalmente estimulante y hace muy difícil desconectar después de un día de trabajo o estudio, como un estudio realizado por la cadena hotelera Travelodge señala. Sin embargo, sí que puede ser recomendable para un despacho o una habitación de juegos.

Marrón oscuro

Pese a que llenar la habitación de madera color wengué o caoba esté muy de moda, esto puede ser contraproducente para nuestro sueño. El marrón oscuro puede llegar a provocar una sensación de soledad y aislamiento que nos causaría mucho desasosiego a la hora de dormir.

Rojo

Sentimos deciros que pintar las paredes de rojo no hará que vuestra vida amorosa mejore, por mucho que éste sea el color de la pasión. No sólo eso, sino que hará que descanséis peor, estéis de peor humor y es posible que, hasta tengáis pesadillas o dolores de cabeza.

Sin embargo, si nos gusta mucho algún color que no sea recomendable para nuestro sueño, siempre podemos incorporarlo en menor medida a nuestro dormitorio para que esté presente pero no nos afecte. Un cabecero en madera oscura, una sola pared en rojo (en contraste con tonos muy neutros como un beige) o ropa de cama con acentos en morado pueden satisfacer nuestras necesidades de decoración sin afectar a nuestro descanso. Una decoración bien planificada, en conjunto con el sistema de descanso Pikolin idóneo garantizará que veamos la vida de color de rosa.