El sueño en la adolescencia

El descanso en la adolescencia es fundamental, ya que es una etapa muy importante en el crecimiento y el desarrollo de la persona.

Reloj biológico. En el caso de los adolescentes, se reajusta e invita a acostarse y a levantarse más tarde.

No extraña que a los adolescentes les guste quedarse despiertos hasta tarde, que ignoren la alarma del despertador en alguna que otra ocasión o que se muestren durante el día especialmente somnolientos. Hasta hace poco esos hábitos no eran más que malas costumbres, pero estudios recientes han demostrado que los patrones de sueño de los adolescentes difieren de los que tienen los niños y los adultos.

Estos estudios han permitido constatar que durante la adolescencia el ritmo circadiano del organismo, una especie de reloj biológico interno, experimenta un reajuste que invita a dormirse y a despertarse más tarde. A diferencia de los niños y los adultos, cuyo cuerpo les pide que cada vez se acuesten y se despierten más temprano, el cuerpo de la mayoría de los jóvenes les anima a dormirse tarde y a levantarse a media mañana.

El cambio en el ritmo circadiano parece deberse al hecho de que la melatonina, una hormona que regula el patrón sueño-vigilia, se produce más tarde por la noche en los adolescentes en comparación con los niños y adultos. Esto puede dificultar que los adolescentes concilien pronto el sueño.

El sueño en la adolescencia

Consecuencias.

Estas alteraciones del ritmo circadiano coinciden con una etapa en la que los adolescentes suelen estar más ocupados de lo que lo habían estado durante su infancia.

Para la mayoría de los jóvenes, la presión de rendir en los estudios es mucho mayor y es más difícil aprobar sin invertir el tiempo preciso.Además, los adolescentes suelen realizar otro tipo de actividades extra académicas o deportivas, e incluso es común que cuenten con trabajos a media jornada.

Los alumnos que no se acuestan hasta pasada la media noche siguen teniendo que levantarse temprano para ir a los respectivos centros de enseñanza, lo que significa que solo duermen seis o siete horas cada noche.

Perder una o dos horas de sueño por la noche puede generar, a largo plazo, un déficit de sueño muy importante. Esta falta de sueño repercute sobre todos los aspectos de la vida de un adolescente, desde su capacidad de prestar atención en clase hasta su estado de ánimo. Las investigaciones muestran que el 20% de los alumnos de secundaria se quedan dormidos en clase y que no dormir lo suficiente está relacionado con las malas notas, tal y como se confirma desde publicaciones especializadas.

También repercute negativamente sobre el rendimiento deportivo. La falta de sueño se asocia a problemas emocionales, como los sentimientos de tristeza y depresión. No hay que olvidar que el descanso ayuda a ‘cargar las pilas’ y a mantenerse sano.

Consejos para dormir más y mejor

· Seguir un horario regular de sueño-vigilia. Acostarse y levantarse a las mismas horas ayudará a regular los patrones de sueño.

· Hacer ejercicio regularmente. Practicar ejercicio a media tarde favorece el sueño.

· Evitar los estimulantes. No tomar bebidas con cafeína ni consumir alcohol y tabaco.

· Relajar la mente. Evitar las películas de acción y los libros de suspense antes de acostarse.

· Reducir la iluminación. La luz le encarga al cerebro seguir despierto.

· Evitar las siestas largas. No dormir más de 30 minutos.

· Evitar las noches en blanco. Habituales en los tiempos de exámenes.

· Crear un ambiente adecuado para dormir. En una habitación oscura y fresca.

· Levantarse con la primera luz de la mañana. La luz matutina es la que le debe indicar
al cuerpo que es hora de ponerse en marcha.