¿Es bueno dormir con la luz encendida?

Cualquier persona que tenga hijos habrá pasado por la etapa en la que los niños tienen miedo a la oscuridad y les piden a sus padres que les dejen una luz para dormir. En algunas ocasiones, esto puede provocar que los pequeños tarden más en dormirse. A continuación, te contamos algunos trucos para que consigan dormirse sin ningún problema.

¿Es bueno dejar la luz encendida para que los niños se duerman?

Lo primero que debemos hacer cuando los niños nos pidan dormir con la luz encendida es intentar tratar el tema con total normalidad. Los más pequeños, en muchas ocasiones, tienen miedo a la oscuridad y, permanecer en la noche con la luz encendida les transmite una sensación de tranquilidad y seguridad.

El principal objetivo de los padres se debe centrar en tratar de tranquilizarles. Los pequeños deben ser conscientes de que ellos controlan la situación y están protegidos. Dejarle una luz encendida hasta que logre conciliar el sueño es una opción mientras se acostumbran a la oscuridad, pero tiene sus riesgos.

Te aconsejamos que intentes hablar con los niños para tratar de descubrir de dónde procede el miedo. Quizás haya surgido en consecuencia de una historia, un juego o imaginaciones. Sabiendo de qué se trata podrás intentar solucionarlo lo antes posible. Aun así, te ofrecemos varios consejos para ayudar a los más pequeños a dormirse sin la luz encendida.

Lo primero que puedes hacer es establecer una rutina del sueño. Es decir, tratar de realizar las mismas actividades antes de dormir. De esta manera, el niño se sentirá seguro y relajado ya que no hay alteraciones en su rutina. Puedes darle la cena, más tarde un baño y por último leer un libro con él en la cama para intentar que se vaya adormeciendo.

Además, te recomendamos que leas con el algún libro que plasme el miedo a la oscuridad, para que el niño vea que es algo normal y que se puede conseguir superar.

Dejar la luz encendida tiene que ser una opción excepcional ya que puede conllevar que el niño tarde más en dormirse y no logre de conciliar el sueño profundamente, por lo que se despierte sucesivamente a lo largo de la noche.

Seguidamente, os resolvemos más dudas sobre dormir con la luz encendida.

Niños durmiendo

¿Cuál es la mejor luz para dormir?

La mejor luz para dormir es aquella que transmite una sensación cálida y tenue. En el caso de los dormitorios de los más pequeños podemos optar por una pequeña lamparita que no alumbre mucho para que tan solo le de seguridad al pequeño y no interrumpa la conciliación del sueño.

Siempre y cuando sea posible, la mejor forma para dormir es con oscuridad total. Si dormimos con algo de luz, nuestro cerebro lo asocia al día y por lo tanto trata de seguir activo.

La luz encendida por la noche hace que la hormona del sueño, llamada melatonina, se desequilibre. Además, varios estudios afirman que dormir con la luz encendida provoque que haya menos fases de sueño profundo.

Por lo que te recomendamos, que procures dormir con la luz apagada y, si no es posible, que lo hagas con una luz muy suave.

¿Por qué no se debe dormir con luz roja?

La luz roja está cada vez más en tendencia para ayudarnos a dormir, pero ¿es realmente beneficiosa para nuestro cuerpo?

Existen diversos estudios que constan que existe una gran repercusión de las luces rojas a la hora de dormir. Esta influencia es tanto física como emocional. Afirman que este tipo de luces producen que los latidos del corazón disminuyan hasta producir un efecto de calma.

La luz roja también afecta mucho al estado de ánimo y pueden provocar grandes cambios emocionales.

Te aconsejamos que si duermes con alguno tipo de estas luces seas consciente de las consecuencias que pueden conllevar y analices la calidad de tu sueño.

¿Qué pasa si se duerme con la luz encendida?

Existen estudios que han puesto de manifiesto los perjuicios que tiene para la salud dormir con alguna luz encendida. En la investigación “Mantén a tus bebés en la oscuridad” publicada por la revista Nature, los investigadores del Medical Center de la Universidad de Pensilvania y el Children’s Hospital de Filadelfia analizaron la información proporcionada por los padres de 479 de sus pacientes en una clínica de oftalmología pediátrica.

El objetivo de dicho estudio era establecer una relación entre dormir habitualmente con la luz encendida entre el nacimiento y los dos años de edad y un incremento de la miopía.

Los resultados de la investigación revelaron que solo 10% de los niños hasta los 2 años que habían dormido con la luz apagada eran miopes. Por contra, el 34% de los que habían dormido con una luz tenue tenían miopía. La última de las conclusiones que sacaron fue que el 55% de los niños que habían dormido con una lámpara o bombilla contrajeron la miopía al alcanzar la edad adulta. Esta última cifra es cinco veces superior a aquellos niños que habían dormido a oscuras.

Los expertos certificaron en este estudio que la razón era que los ojos se desarrollan durante los primeros años de vida. Por este motivo, la incidencia de la luz no repercutía en la formación de miopía pasados los dos años de edad.

El hecho de que los niños tengan que tener la luz encendida para dormir representa un problema para su salud. Esto ha hecho que numerosos especialistas se hayan preocupado de dar consejos para intentar que los pequeños descansen sin ella. Tracy Hogg era una enfermera británica que se hizo popular gracias a su método («the baby whisperer») que explicaba sus consejos para ayudar a dormir a los más pequeños de la casa.

Hogg explicaba; “los niños tienen que estar cansados para acostarse. Cuando el niños empiezan a bostezar, debemos llevarle a la cama. No tenemos que esperar a que se duerma en ningún otro lugar.”

Los nervios los identifica Hogg como una de las principales causas de la ausencia de descanso en los niños. Para esta experta, intentar que el bebé se relaje con frases tranquilizadoras es primordial. Así mismo, resalta la importancia de establecer unas rutinas del sueño como arma para mejorar el descanso de nuestros hijos.

Las rutinas son muy importantes para los niños por lo que, según Hogg, tendremos que eliminar aquellas que pensamos que le perturban el descanso.

La Asociación Mundial de Educadores Infantiles da una serie de pautas para ayudar a que los niños tengan un descanso perfecto. Por lo que respecta a dormir con luz, recomiendan que si el niño lo hace, los padres la vayan disminuyendo poco a poco hasta eliminarla. Además, recomiendan explicarle al pequeño para que ellos duermen con la luz apagada y no les sucede nada.

Otras recomendaciones para ayudar al niño a dormir que dan desde la Asociación Mundial de Educadores Infantiles son dejar que el niño duerma durante el día con algo de luz natural y los ruidos propios de ese momento para que se acostumbre a los mismos, reforzar sus avances y, sobre todo, ser comprensivos.

El descanso es una actividad vital fundamental durante la cual tienen lugar una serie de procesos de recuperación. Desde Pikolin queremos transmitir la relevancia del sueño y su relación con la salud preventiva a través de la difusión de recomendaciones como la de este artículo.

Dormitorio con luz cálida