Descubre la fase REM del sueño

Detrás de las palabras «dormir bien» y de todas las recomendaciones que hacen los especialistas para que puedas cumplir con esta misión, se esconde un proceso mucho más complejo de lo que parece, que tiene que ver con las fases del sueño y, en ocasiones, con la fase REM del sueño. El sueño es fundamental para el ser humano, y se define «en función de unas características comportamentales y fisiológicas», tal y como explican detalladamente en la Guía del Sueño de la Asociación Española del Sueño (ASENARCO).

Las características comportamentales hablan del cómo dormimos: sin darnos cuenta, solo por instinto, antes de dormir siempre buscamos un sitio tranquilo, en el que sentirnos seguros para conciliar el sueño sin problemas. En estas características también entran las posturas en las que dormimos, y es que es sumamente importante encontrar la mejor postura para dormir, aquella que nos permita disfrutar de un descanso de calidad y evitar posibles problemas de cervicales o el dolor de espalda.

En cambio, abordar las características fisiológicas es más complicado. Y es que hablan sobre todo de la actividad eléctrica de nuestro cerebro mientras está durmiendo. Que los hallazgos científicos más importantes de este parte del sueño daten de 1937 muestra la importancia que para la ciencia tiene el simple hecho de «dormir bien». Por aquel entonces, Loomis y cols. fueron los primeros en establecer una primera clasificación de las fases del sueño, aunque todavía no hablaban como tal de la fase REM del sueño. Los estudios se fueron ampliando dando lugar a una extensa bibliografía científica que explica cómo funciona nuestro cerebro mientras tenemos ojos cerrados (para dormir, claro).

La fase REM y otras fases del sueño: ¿qué ocurre durante esas 8 horas?

Hay dos tipos de fases del sueño bien diferenciadas:

  • La fase REM del sueño, que es la más conocida, y que responde a las iniciales Rapid Eye Movement (movimientos oculares rápidos). Científicamente, la fase REM del sueño también se conoce como sueño paradójico, porque da la casualidad de que en esta fase se produce la «máxima relajación muscular» pero a su vez el «máximo umbral de alertamiento con un sueño ligero».
  • La fase de sueño de «ondas lentas» o «No-Rem», que a su vez está constituida por otras cuatro fases: dos de sueño ligero y otras dos más profundas. Dentro de la fase «No-Rem» del sueño no hay movimientos oculares rápidos, nos baja el pulso, se ralentiza la respiración y baja la presión sanguínea. Es además cuando estamos menos alerta.

El caso es que a lo largo de las etapas del sueño se producen «cambios en el funcionamiento» de tu cerebro y del cuerpo. Son totalmente necesarios para que el organismo «vuelva a funcionar con todo su potencial», según certifican en la Guía del Sueño de ASENARCO.

Estas fases son cíclicas y se repiten más de una vez durante las horas de sueño que duermes. Se calcula que cada fase del sueño dura unos 90 minutos, y que se pueden encadenar entre cuatro y seis veces dentro de las ocho horas recomendadas. El hecho de que se trate de ciclos hace que los especialistas recomienden no interrumpir las fases del sueño.

Pero… ¿Qué ocurre exactamente en cada fase del sueño?

  • Durante la fase 1 te adormeces. Es un momento de mera transición; de hecho, apenas dura los primeros diez minutos del sueño.
  • A lo largo de la fase 2 del sueño ligero baja el ritmo cardiaco y el respiratorio. Como lleva el nombre de «ligero» parece que es una fase del sueño sin importancia, pero ocupa el 50% del tiempo que duermes. Se combinan momentos de gran actividad cerebral con otras mucho menores, por eso es especialmente difícil que te despiertes en esta fase concreta. «¿Alguna vez has soñado que caes por un precipicio y te has despertado súbitamente?», pues tal y como revelan desde Sanitas esto ha ocurrido en la fase 2 del sueño.
  • Durante las fases 3 y 4 llega el momento de ir introduciendo cuerpo y mente en la fase de sueño profundo. La fase 3 es una transición corta, muy corta: apenas dura un par de minutos. Todo está listo para llegar a la fase número 4 que es, con diferencia, la más importante. Determina lo mal o bien que vas a dormir: baja la respiración, el ritmo cardíaco e incluso, en el caso de niños y jóvenes, es el momento en el que se segrega la hormona del crecimiento. El tono muscular es muy bajo, y es el momento de algunos problemas (que no trastornos) del sueño, como los terrores nocturnos.

La fase REM del sueño, una de las más breves

Es una de las etapas del sueño más populares, pero apenas ocupa un 25% del tiempo que destinas a dormir diariamente. Se calcula que no llega a superar la media hora.

La principal diferencia entre la fase REM del sueño y la “No-Rem” es la aparición de los movimientos rápidos de los ojos durante la fase REM. Además, tal y como explica ASENARCO, se rebaja el tono muscular (se bloquean los músculos, según cuentan algunos especialistas), captamos información de lo que sucede en el exterior, y pueden producirse pesadillas o incluso la denominada «parálisis del sueño».