Riesgos y beneficios de la manta eléctrica

Los riesgos (y beneficios) de la manta eléctrica

El calor es uno de nuestros mayores aliados para sentirnos bien. Esto es porque tiene la capacidad de reconfortarnos y relajarnos, pero también es muy eficaz contra los malestares musculares y el dolor en general. Por ello, existen a nuestro alrededor un sinnúmero de prácticas y tratamientos que lo tienen como protagonista, como las saunas, los baños turcos, los baños con arena caliente o los de aire seco.

Sin ir más lejos, en casa es importante contar con nórdicos y/o mantas de calidad que nos ayuden a alcanzar un descanso realmente cálido y reparador, pero también es frecuente tener bolsas térmicas para aliviar, por ejemplo, el dolor menstrual, o mantas eléctricas para aliviar dolores localizados. Precisamente de ellas te hablaremos hoy… ¿Sabes exactamente para qué y cómo se utilizan? ¿Sabes cuáles son sus pros y sus contras?

¿Qué debo tener en cuenta si duermo con manta eléctrica?

Las mantas eléctricas o térmicas son pequeños electrodomésticos consistentes en una manta con un calefactor eléctrico en su interior. Son una opción estupenda para aliviar ciertos dolores localizados desde el confort de tu cama o sofá, pero para aprovechar de verdad sus beneficios, es necesario saber cuándo y cómo se deben utilizar.

Beneficios de la manta eléctrica

El calor de la manta eléctrica aplicado sobre la superficie del cuerpo puede traer grandes beneficios: disminución del dolor, reducción de la acumulación de líquidos en un área concreta, aumento del flujo sanguíneo favoreciendo la curación, relajación de músculos, tendones y cartílagos, o ablandamiento y desinflamación articulaciones.

¿Es bueno usar manta eléctrica?
Mujer sentada sobre un sofá mientras usa su ordenador

Riesgos de la manta eléctrica

No obstante, la manta eléctrica no está recomendada para todos los tipos de dolor. De hecho, muchos problemas físicos se tratan con frío y no con calor. Por ejemplo, es recomendable aplicar frío en casos recientes de traumatismos agudos, esguinces, roturas musculares, tendinitis, contusiones y golpes. Esto es porque cuando aplicamos calor, los vasos sanguíneos de la zona se dilatan, alimentando una inflamación ya existente y pudiendo aumentar el dolor.

También tienen que tener especial cuidado las personas con insuficiencia circulatoria, que estén tomando anticoagulantes o que estén embarazadas. En estos casos, un sobrecalentamiento del cuerpo puede ser peligroso, por ello siempre se recomienda que consulten a su médico antes de usar una manta eléctrica.

El calor se recomienda para lesiones más crónicas (más de 3-4 días de duración), tendinitis crónicas, lesiones musculares prolongadas, agujetas severas, contracturas y espasmos musculares, y rigidez articular.

En cualquier caso, la manta eléctrica siempre debe usarse sobre piel seca, evitando aplicar previamente cremas o sprays. De esta forma, se reduce de forma significativa el riesgo de sufrir quemaduras. No se debería usar en caso de que la tela esté quemada, el cable roto o cuando desprenda un olor anormal; estos son signos de deterioro y podrían también afectar a la seguridad del dispositivo. Tampoco hay que doblarla, colocarla bajo las sábanas o mantas, usarla junto a ropa mojada o combinándola con bolsas de agua caliente.

¿Cuánto tiempo es recomendable tener puesta una manta eléctrica?

La manta eléctrica no está pensada para utilizarse durante largos períodos de tiempo. Para beneficiarse de ella, basta con usarla entre 10 y 20 minutos. De hecho, no se recomienda su uso continuado más allá de los 30 minutos (si la usáramos por horas, podríamos sobrecalentar en exceso el cuerpo, algo no muy recomendable, sobre todo para embarazadas o personas con insuficiencia circulatoria. Además, correríamos riesgo de sufrir quemaduras). Si quieres maximizar su efecto, puedes utilizarla varias veces al día, pero nunca superando la media hora en cada uso.

¿Cuánto tiempo usar manta eléctrica?
Mujer descansando arropada sobre un sofá

¿Cómo se pone la manta eléctrica en la cama?

Cada modelo de manta eléctrica es diferente, por ello, es conveniente que revises las instrucciones antes de comenzar a utilizar la tuya. Así podrás aprovechar todos sus beneficios, asegurarte de utilizarla de forma segura y descubrir de qué forma puedes mantenerla limpia en todo momento.

Eso sí, como norma general, se deben colocar directamente sobre la piel, y se debe evitar colocarlas debajo de las sábanas o en contacto con mantas. De lo contrario, la manta eléctrica se podría sobrecalentar y su seguridad podría verse comprometida. Colocarlas sobre las sábanas no suele suponer un problema.

La forma correcta de usar manta eléctrica
Mujer sentada en su sofá con el ordenador

¿Cómo se debe utilizar la manta eléctrica?

En resumen, cuando estamos sufriendo un dolor localizado, utilizar una manta eléctrica para aliviarlo es una excelente opción, siempre que se use por cortos períodos de tiempo (de aproximadamente 15 minutos), en un lugar confortable y en contacto directo con la piel. Asegúrate de usar siempre mantas eléctricas de excelente calidad, cuyos materiales sean amables con tu piel, resistentes y seguros. Cuida también el cable con especial atención ya que, si se deteriora, la manta puede estropearse y, sobre todo, puede haber problemas de seguridad.

Manta eléctrica para dolores musculares
Mujer de espaldas, con dolor en sus cervicales